Sin lugar a dudas, el incidente Roswell es el caso OVNI por excelencia. En él se dan una series de ciscurstancias que lo hacen especial, por ello ha sido y es hasta ahora el suceso ufológico  más famoso y que ha provocado más polémicas y controversias desde la era moderna de la ufología.

En la noche del 4 de Julio de 1947 sobre las 23 horas en Roswell (Nuevo México) una gran tormenta acompañada de aparato eléctrico azotaba la zona.  

 Estas inclemencias metereológicas son frecuentes enestas fechas. Hasta ahí todo normal. Pero de repente y en medio de esa gran tormenta se oyó una gran explosión que despertó de su sueño a muchos vecinos de la zona.

Al día siguiente, William McBrazel, capataz del rancho Foster, decidió dar una vuelta acompañado de un pequeño de 7 años  llamado William D. Proctor, para averiguar o encontrar alguna pista que le pudiera poner al tanto sobre la terrible explosión que se escuchó por la noche.  A pocos kilómetros del sur del Rancho Foster encontraron una zona vasta de tierra, cubierta por restos de aspecto metálico. Según Mc Brazel, estos restos cubrían  un área de 1 kilómetro de largo y aproximadamente 70 o 100 metros de largo. Mc Brazel comprobó que el material de aquellos restos  no correspondían a ningún globo sonda o algo parecido, ya que Mc Brazel había recuperado anteriormente restos de globos meteorológicos  muy habituales por aquellas zonas, por los que recibìa como recompensa de 5 a 10
dólares.

  Al día siguiente de su descubrimiento, Mc Brazel parte hacia Roswell para comunicarle al sheriff lo que había hallado el día antes en el rancho y de paso también limpiar la zona de los restos.

Al mismo tiempo que le contaba esto al sheriff, el cual se mostró interesado en el tema desde el primer momento, Frank Joyce, periodista de la estación de radio KGFL, telefoneaba al sheriff Wilcox para saber si había alguna novedad. Este al instante le puso al aparato con el ranchero, quien le contó lo que había descubierto en el rancho Foster. 

Minutos más tarde que el sheriff Wilcox dejara el aviso en la centralita de la base de Roswell, un mayor de la Fuerza Aérea llamado Jesse Marcel, se presenta en las oficinas de Wilcox y analiza los restos que había llevado Mc Brazel. Inmediatamente se da cuenta de la situación y telefonea al oficial Sheridan Cavitt.

Marcel, Cavitt y Mc Brazel llegan al rancho Foster ya con el día pegando sus últimos coletazos.  Los militares pernoctan en el rancho en espera que amanezca y comenzar la investigación.

Por la mañana siguiente, siempre acompañado de Mc Brazel, los militares llegan al lugar de los hechos.  Los militares lila más mínima evidencia de aquellos restos metálicos en sus jeeps y camionetas.  El día 7 de Julio, llegaron los militares con los restos a la base de Roswell, con la sorpresa de la noticia difundida por mpiaron el lugar sin dejar ni rastro, y cargaron hasta la más mínima evidencia de aquellos restos n sus jeeps y camionetas. El día 7 de julio llegaron los restos a la base de Roswell, con la sorpresa de que la noticia había sido difundida por la prensa local.

 El reportero Johnny McBoyle, uno de los testigos presenciales del incidente, llamó a Radio Boat, de Alburquerque (Nuevo México) para informar con la intención de que trasmitieran la noticia en la ABC: “Se ha estrellado un platillo volante con algunos hombrecillos a bordo, sobre la zona de Los Llanos, muy cerca del rancho Foster, en Roswell”. 

  Cuando estaba transmitiendo la noticia, el teletipo se paró en seco y más tarde volvió a funcionar, pero esta vez bajo información.

 Alguien no identificado mandaba un aviso a la emisora que les impedía la transmisión de la noticia. 
“Atención Alburquerque: No transmitan este mensaje. Detengan Inmediatamente la comunicación".

Después de esto, el Ejercito se ocupó de meter miedo y amenazar a las distintas emisoras locales con quitarles la licencia y así acallar todos esos rumores de la recuperación de un platillo volante y sus hombrecillos.

Sin embargo, el 8 de julio, el teniente Walter Haut, oficial de relaciones públicas del 509 Grupos de Bormbarderos de la 8ª Fuerza Aérea de Roswell, hizo un comunicado oficial de cara a la prensa que dejó atónitos a todos: “Las Fuerzas Aéreas Americanas han capturado un disco volador que había aterrizado en el rancho de William Mc Brazel, cercano a Roswell, quién avisó a la oficina del sheriff de Chaves County, el comisario George Wilcox, y éste lo puso en conocimiento del comandante Jesse A. Marcel, quien a su vez, recogió material de la nave y lo trasladó a la base de Roswell.

  Lo que nadie sabía, es que ese comunicado había sido hecho sin la autorización del Jefe de la base de Roswell, el coronel William H. Blanchard, ni los efectos que le podía acarrear. El Ejercito se puso manos a la obra y rectificó su declaración.

  El Pentágono dejó caer una espesa cortina de humo sobre el incidente Roswell y dentro del organigrama militar de la base hubo un gran seísmo y todo por la negligente filtración a la prensa de lo sucedido.  Mientras la operación de enmascaramiento se llevaba a cabo, un B-29 llevó los restos desde la base de Roswell a Fort Worth, antes de que se supiera la verdad.

  Al día siguiente, el 9 de Julio, apareció la noticia de rectificación en la prensa: “El presunto platillo volante encontrado por él ejercito, sólo era un globo meteorológico.”

  Después de eso, hasta nuestros días, todo ha sido amenazas, represalias, y todo tipo de artimañas sobre los testigos e incluso los hijos o allegados de estos, para ocultar la verdad.

Tanto es así, que el ranchero que encontró los restos, William Mc Brazel, fue secuestrado el 14 de Julio durante unas semanas, en la base, a modo de lavarle el cerebro y darle falsa información. Años más tarde se le confiscaría una pequeña colección de restos que había guardado, por “Motivos de seguridad Nacional.”