Nosotros estuvimos desde las 22:00 hasta las 4:30 en la "explanada de los 11" en Montserrat. Como materíal técnico: una cámara de video con visión nocturna, unos prismáticos de caza, una cámara fotográfica de largo alcance, y un foco reflector halógeno de alta potencia con el que podíamos iluminar a varios centenares de metros.

Respecto a la observación, nada más allá de lo anecdótico:
Primeramente hacia las 2 de la madrugada (hora muy aproximada) una luz´muy brillante y de aproximadamente 3 veces el tamaño de venus que se movió en línea recta y que se comportaba con luminosidad intermitente. Es decir: fogonazo, desaparición, fogonazo a cierta distancia en linea recta, desaparición, de nuevo fogonazo y continuando más desplazado en línea recta, y así hasta ir perdiendo intensidad con cada fogonazo hasta hacerse inobservable en cuestión de unos 40 segundos. En principio creemos que se trataría de un satélite. Como siempre, casi todo lo que vimos fueron satélites, aparecía uno surcando el cielo cada 6min más o menos. Si bien ninguno presentaba intermitencia ni tanta luminosidad. Suponemos que quizá volaba más bajo que el resto (a los que les daba la luz del Sol sin problemas) y al ir rotando, los paneles solares que suelen llevar incorporados, reflectarían la luz solar que les fuese llegando con cada vuelta, de ahí quizá la regularidad en la intermitencia.

El otro incidente, un grupo de entre 1 y 3 luces de tipo blanco azulado de fuerte intensidad, semejante a las linternas o faros de xenón, que caminaban a ritmo de marcha forzada por los senderos que bordean las faldas de la montaña justo por encima de donde estábamos, cerca ya de las agujas. Las luces fueron observadas a aproximadamente 1km de distancia. A través de prismáticos y objetivo de cámara fotográfica de largo alcance solo pudimos certificar la presencia de dichas luces, la distancia y la escasez de luz hacían imposible ver ningún tipo de figura. Aún así, consideramos que sin duda se trataría de excursionistas temerarios. Uno de los asistentes discrepaba diciendo que esa zona era prácticamente intransitable y que los caminos casi no eran ni caminos, que eran más caminos de cabras que otra cosa. Y que por tanto esa velocidad en esas condiciones no era típica de personas. Al día siguiente pude comprobar por google earth en imágenes vía satélite que tal cosa no era del todo cierta. Los caminos son relativamente anchos, sin apenas desnivel y están en buenas condiciones. En determinados momentos, las luces se apagaban y reaparecían al rato. En un momento determinado, cuando dejamos de verlas, casi arriba del todo de la montaña, aparecieron mucho más abajo como descendiendo en dirección a la carretera que pasa justo por delante de donde estábamos, carretera desde la cual sube uno de los muchos accesos al camino de ascenso a las agujas. Por ello, supusimos que quizá se tratáse de dos grupos de excursionistas. Uno en ascenso y otro en descenso. En algún momento hubo debate sobre si esto era realmente así, aduciendo que si era el mismo grupo y uno solo por tanto, hubiera sido imposible desdecender ese largo trecho en apenas unos minutos. Pero pensándolo bien, esas linternas tan potentes, presumiblemente frontales, tienen poca autonomía, y consumen mucho, por lo que lo lógico es solo encenderlas en casos imprescindibles, por ejemplo en tramos más técnicos del camino. Al grupo de luces que descendían no lo volvimos a ver. El que ascendía, por un momento pareció encaramarse a la base de una de las agujas saliéndose del camino y bordeando hacia el otro lado, ya fuera de nuestro ángulo de visión. Hay que decir que durante todo el rato de observación de las luces, aproximadamente de 1h, estuvimos haciéndoles luces con el reflector de alta potencia y con los flashes de las cámaras, a menudo obteniendo respuesta. Media hora después de todo esto descendía un coche a considerable velocidad, con la música a toda mecha, gritos y haciendo sonar el cláxon en cada una de las explanadas de la carretera. ¿Se trataría quizá del grupo que descendía? No podríamos ni podremos saberlo a ciencia cierta ya que acostumbra a ser una carretera bastante transitada incluso a altas horas de la noche. Muchos grupos suben a hacer excursiones nocturnas, también acuden muchas parejas buscando el amparo y la privacidad de la noche, y otro tipo de personas simplemente a reunirse y pasar parte de la noche.

Por lo demás, no sucedió nada más reseñable aquella noche.