Si nos hacen la pregunta sobre el aspecto del Bigfoot, a todos nos vendrá a la mente la imagen del típico simio enorme y peludo que tantas veces hemos visto en la pantalla del televisor o en alguna que otra publicación. Pero, ¿existe realmente? Muchos son los testimonios y leyendas que afirman la existencia de este gran primate, incluso fotografías y filmaciones, por supuesto no exentas de polémica. Pero también han sido muchos los investigadores y científicos que han estudiado la posible existencia de este enorme ser peludo, dueño y señor de las cordilleras y montes de Norteamérica. Según muchos criptozoologos, el Bigfoot desciende del Gigantopithecus blacki , un simio de casi 3 metros de altura que vivió en China y Norte de Asia hace mas de 300.000 años. Una afirmación que siempre ha defendido Grover Krantz el mayor especialista del Bigfoot y que ha trabajado durante muchos años en la investigación del enigmático primate, del cual asegura haber obtenido varias muestras de huellas a lo largo de sus estudios. Fue el 20 de Septiembre de 1967 cuando unas supuestas imágenes de un Bigfoot grabadas por Roger Patterson dieron la vuelta al mundo. En dicha imagen, un supuesto simio de gran tamaño se aleja caminando mientras mira a la cámara. Una de las imágenes más polémicas de todos los tiempos y que nadie a podido probar como fraude en esos mas de treinta años, aunque parece ser que hace bien poco, el autor de dicha grabación ha asegurado que fue un montaje. Sin embargo la leyenda del enorme primate peludo norteamericano sigue viva, al igual que otras muchas, como la de Nessié o sin ir más lejos, como la de su pariente de las nieves, El Yeti.